Las tropas de la Quinta Brigada del Ejército, desplegadas en el marco del Plan Ayacucho, han canalizado sus habilidades de Ingenieros Militares, Prevención y Atención de Desastres, así como la Aviación Militar, para mitigar la emergencia que actualmente amenaza el páramo de Berlín. 

El foco principal de atención se encuentra en la vereda Ucatá, municipio de Tona, donde las llamas han consumido extensas áreas de frailejones y flora autóctona. 25.000 litros de agua por aire han sido descargados hasta la mañana de este jueves en los puntos de mayor complejidad. 

Más de 80 soldados del pelotón de Atención y Prevención de Desastres del Batallón Caldas, respaldados por helicópteros de la Aviación del Ejército Nacional, lideran la batalla contra el fuego.

Los soldados trabajando en estrecha colaboración con otros organismos de socorro y la comunidad local, su objetivo es contener la conflagración que pone en riesgo uno de los recursos naturales más cruciales del nororiente colombiano.

Estos héroes, conformados por soldados profesionales y jóvenes en servicio militar, enfrentan inclemencias climáticas y temperaturas extremas, oscilando entre los 8 y los 30 grados centígrados. Su arduo trabajo se enfoca en frenar las llamas, que impulsadas por los fuertes vientos de la temporada, amenazan con expandirse y afectar gravemente la biodiversidad de la región.

Mogotes, Floridablanca, Piedecuesta y Tona son los municipios más afectados, y estos soldados se han enfrentado al humo y al calor, trabajando incansablemente para controlar y neutralizar el fuego que avanza sin piedad. Su compromiso no solo radica en proteger la flora y fauna, sino también en salvaguardar la integridad de los habitantes y prevenir que las llamas alcancen las viviendas cercanas a las zonas afectadas.

La Quinta Brigada y sus tropas persisten en su compromiso, no solo para controlar los incendios, sino también para planear estrategias a largo plazo que reparen el daño ambiental y restauren la capa vegetal afectada.